domingo, 15 de noviembre de 2009

Mi primera vez

También podría haberse titulado, “Solo/a ante el peligro”. Mucha gente espera maravillas del sexo, porque oyen a la gente comentar sus beldades o porque ven películas X y se les funden las neuronas pensando en eso o lo otro y lo de más allá, aunque saben que si preguntan sobre la primera vez, mucha gente, responderá que, “una catástrofe”, “prefiero no recordarlo”, “nos faltaba experiencia”, je! curioso, las respuestas son de lo mas variopinto, aunque también existe gente que no tiene en absoluto malos recuerdos, les “salió bien” a la primera, y os preguntáis como lo han conseguido si muchos fallan, bueno pues cada uno lo hará como bien pueda, yo os comentaré mi experiencia y como la llevé a cabo.

Los más importante, que tenéis que tener en cuenta, es que no vais a “follar”, vais a “hacer el amor”, por lo tanto parto de la base que, con la persona que habéis decidido iniciaros en el “noble arte”, es una persona a la que amáis y respetáis, si no, ya podéis dejar de leer, porque no voy a explicar como se “folla”, ni tampoco voy a poner datos truculentos u escabrosos, debéis usar la imaginación, para eso la tenéis.

Debéis, en la medida de lo posible, preparar el momento, cuando haces cualquier cosa en la vida, antes de acometerla, sueles buscar información, nunca vas como un toro, para trabajar, primero estudias, y eso, aunque parezca mentira es lo que debéis hacer, estudiar, ¿como? es fácil.

Busca información, si has llegado a esta página, sabes buscar, eso esta claro, y si, sobre el sexo hay muy variada información, debes estudiar el cuerpo de la persona con la que vas a estar, el de la mujer o el de el hombre, conocerlo al dedillo, saber donde están sus zonas erógenas mas “externas” para empezar por ahí, nada de ir al meollo directamente, eso solo facilita la llegada de muchas cosas indeseadas (ella se pone tensa y te quita las manos, o tu, por tu parvedad, te pones demasiado excitado y llegas, a donde aún no deberías haber llegado, ambos a dos, son finales prematuros, de lo que no debería haber acabado aún).

Empezar por las zonas exteriores te va tranquilizando, suaviza la tensión, que ineludiblemente se genera, y éste es un punto importante, tranquilidad, sin prisas, ¡va a llegar!, así que tranquilo/a, hay tiempo, así que busca información de todo para que, los juegos preliminares duren lo más posible, a mayor duración más tranquilos estaréis los dos, y por ende, cuanto más tranquilos, mejor saldrán las cosas.

Si, si, ya llegamos al momento, pero de nuevo un apunte, tranquilidad, esa es la madre de todos las soluciones, la tranquilidad. Las mujeres, su mayor miedo es, si les va a doler, y en su ingenuidad (provocada por el miedo), creen que el hombre no tiene nunca problemas, nada mas lejos de la realidad, al hombre le pueden pasar tres cosas, y no, no son dolorosas, por lo menos físicamente, pero psicológicamente pueden ser devastadoras, el grado de devastación suele depender de la mujer, de cual sea su reacción ante la situación (todo esto hablando de hombres normales, no de “capullos sin fronteras”), el hombre puede sufrir por ser novel en ello, eyaculación precoz (que no por enfermedad sino por ser la primera vez), puede no llegar (el grado de excitación es tal mezclado con una ansiedad tal, que en realidad, no esta a lo que celebra y no llega aunque quiera, y al no llegar se frustra y …... una pelota que cada vez es mas grande) o incluso podría llegar a “bajarsele” o no “subirle” ( con tal excitación que lleva encima, piensa mas que actúa y lleva más sangre al cerebro que a donde debe llevarla), son tres situaciones que en dependencia de la reacción de la mujer pueden llegar a ser traumáticas y dependiendo de la fortaleza mental del sujeto, los efectos, como ya comente, devastadores.

Volvamos a la mujer y su miedo al dolor, si, puede doler, pero hago hincapié en que puede, o puede que incluso el dolor que sientan dados otros factores, no llegue a ser tan importante, lo más importante al igual que antes, es la tranquilidad, cuanto más nerviosas estáis, más vais a apretar, cuanto más apretáis, más duele, si, es la pescadilla que se come la cola, si el hombre es persona sensata (no un bacaburra) os acabaréis haciendo más daño a vosotras mismas que ellos a vosotras.

Primero, debéis estar “lubricadas”, en principio no hace falta ningún agente exterior, vosotras mismas generáis lo suficiente, pero si fuera necesario el uso de algún lubricante, no os cortéis, usadlos, ademas actualmente no es como antes, vaselina a pelo, no, ahora ya vienen con base de agua, con fragancias aromáticas, que excitan, tranquilizan, dan calor, dan frío, los hay de diversas clases y para elegir, son útiles y pueden ayudar mucho, pero como la tranquilidad y la confianza en el otro no hay nada.

Por cierto, es mejor no pensar, si, parece una burrada pero no lo es, lo mejor es dejarse llevar por las sensaciones, disfrutar y no estar pensando en, si dolerá, si dejara de doler, esos pensamiento no son excitantes y si no os excitáis, no lubricáis y si no.... vale no hace falta que siga ¿no?. Por cierto si no estáis lubricadas no creáis, que sois las únicas a las que os duele, al hombre tambien.

Muy importante hombres, ¿que tal el movimiento del prepucio?, me explico, la mujer (no es obligatorio, eso ante todo) si es virgen puede llegar a sangrar, por la rotura del himen, pero a diferencia de lo asumido generalmente, al hombre le puede suceder lo mismo, si el prepucio no va fluido hasta atrás del todo, he dicho del todo, no basta con que sobresalga la cabeza, pueden pasar dos cosas o las dos a la vez, que el movimiento de entrada y salida sea dolorosísimo y no te quiero contar si ella no esta bien lubricada, y/o que el pellejo se vaya a su sitio (atrás del todo) y de golpe se rompa, con el consiguiente dolor agudo que en esa zona puede acontecer, al sacarlo por el dolor, no os asustéis demasiado, pero, la cantidad de sangre que puede salir, es bastante y claro está, que si no usas condón (recomendación de que se use, ante todo) podéis llegar a crear un precioso “gotelé” bermellón sobre el suelo, la cama y peor aún, sobre la chica, con la consiguiente cara de miedo y asombro que veréis en ella, que para nada contribuirá en tranquilizar la situación, pero son gajes del oficio, esto lo cuento por experiencia propia (me paso a la cuarta vez, no a la primera, pero he creído bueno comentarlo por si acaso) y por comentarios con otros amigos que también les sucedió, por cierto, el dolo es momentáneo, cuando se te pasa el susto de ver tanta sangre, aunado a la cara de la novia, que parece que ha visto a Jack el destripador, te das cuenta que ya no te duele y que ha dejado de sangrar, así que si quieres puedes volver a darle, eso si, si antes no lo usabas ahora es muy recomendable, SI usar el condón, si no tenéis mejor dejarlo para otro día, es una cuestión de higiene, tanto para ti, como para ella, mucosas y heridas no son muy buenas aliadas y claro estás si el caso es en la chica, rotura del himen con consiguiente desperdicio sanguíneo, ídem de ídem.

Si se siguen estos pasos de, búsqueda de información, conocimiento del cuerpo del contrario y tranquilidad y confianza, las cosas normalmente saldrán rodadas, aunque como siempre, los imprevistos siempre tienen cabida. Espero que esta pequeña reseña os sea útil a alguno.

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